jueves, 9 de octubre de 2008

Un deseo incierto

No sirve nada,
ni tinta, ni voz, ni palabra
sólo la sangre clama a la sangre;
y el que su sangre entrega
a sangre ama...
Luz viva, forma nacarada
quiero ungir en aceites tus quebrantos,
y cantar en pentagrama
tus lamentos y tus desgarros...
Quiero ser ungüento
quiero ser almohada
quiero ser esa tela que cubre tu cuerpo...
y lo protege del tiempo y el viento..

Y miro otra vez, mis manos manchadas,
que indignidad ante el Todo,
que Nada más entregada quisiera
ofrecerte en este encuentro...
Que sea... como las dunas del desierto,
que sepa meter mis ideas
en el sustento de tu encierro...
Así, acrisoladas con sangre y agua
se harán, por siempre,
palabra de luz y tiempo
tiempo eterno
en corazón sediento
del que se entrega...
siempre...
In Eternum.

SIG

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