miércoles, 2 de mayo de 2018

NOS (2015, Editorial Nazarí), de Miguel Arnas Coronado

Al terminar la lectura de Nos asalta una media sonrisa a la boca y un pensamiento: "qué bien escribe este tío". Es uno de los mejores libros que he leído en los últimos meses. Desde el principio convierte al lector en uno más de los personajes que participa en esta novela coral fruto del gran conocimiento que el autor tiene de la Literatura Universal, la Música, la Historia y otras ramas del saber. Miguel Arnas Coronado es un empedernido lector como lo muestra su obra. Y además sabe conjugar todo lo aprendido en sus lecturas de una forma personal, auténtica y con una voz propia. 

El libro va creciendo en la excusa de hablar de un proyecto que surgió en plena transición por parte de un grupo de profesores que creían en la igualdad y en la libertad, y que intentaron inventarse un nuevo sistema educativo asambleario, donde todos cobrarían el mismo sueldo, ya fueran profesores o conserjes; pero que en su vida personal y en la realidad práctica acababan imponiendo su propio enfoque sobre el colectivo. Y ese "yo" acaba matando al "nos" y a la unidad de ese proyecto tan mágico y bueno en papel, pero irrealizable con la realidad humana. Y será Julio el que lo grite en su pensamiento: "¡dejad de soñar y bajad!, ¿cómo podéis ser tan revolucionarios, tan solidarios con los otros sin no tenéis solidad ninguna con el de al lado, conmigo, con mi persona?". Pero ese pensamiento a grito pelado en su cabeza no será capaz de crear ni un hilo de voz para decirlo en palabra audible para el resto de sus compañeros. 

 Y esa excusa sirve a Arnas para armar una novela coral al más puro estilo de Cela y su Colmena. De crear un mini Ulises y sentirse Joyce con el capítulo de "Teatro de marionetas". O de ver a Unamuno y su relación con su personaje en Niebla en esos diálogos entre Herr Author y Lady o Sir Lektor. Miguel Arnas es capaz de meterse en cada uno de los personajes que crea para darles vida propia, para insuflarles ese hálito de vida propia. Y a la vez es capaz de saltar fuera de la ficción y entablar un diálogo con el lector o sorprenderlo atrapándolo en el realismo mágico a lo Cortázar. 

En la lectura de Nos estamos como en una película. La cámara enfoca a uno y otro lado. Se acerca a cada personaje, lo penetra y lo invade para pasar en el siguiente plano o en la siguiente escena a otro personaje. Todos tienen la misma importancia. Todos tienen una vida propia, unos miedos, unas virtudes y unos defectos. Son reales como la vida misma. Y esa realidad que emiten es la que los lleva a actuar, a amar, a odiar, a beber, a charlar, a querer compartir la vida o a rechazarse hasta la muerte. A veces se les odia y a veces se les quiere. A veces se les comprende y otras nos sorprenden con sus actuaciones. Y todos tenemos un poco de cada uno. 

Miguel Arnas ha conseguido en este libro una maravilla técnica, un dominio del lenguaje, un dominio de la estructura y del relato. Ha conseguido doblegar la rudeza de la palabra para adecuarla a cada instante. Sorprender al lector a cada vuelta de párrafo a cada doblar la página. Con una técnica perfecta y variada. Pero sin quedarse sólo en la técnica o en el esteticismo sino alcanzar una filosofía, una búsqueda de sentido y una desesperación en muchas ocasiones al modo de Shopenhauer o Nietzche. "Pueblo este de diminutos nacionalismo donde cada grupo de un yo y sus conocidos podría exigir autonomía e independencia" o "La Historia se comporta a la inversa de Diana cazadora: se deja poseer por quien va más lento que ella, solo un poco más lento; ni liebres ni tortugas, gatos cautos". "Y mucho menos se concibe que un plan permisivo y salvífico para el alumnado, devenga mañana en el mayor desastre educativo que ha dañado al país, justo porque estos, aprovechando el exceso de tolerancia, se pasen por el arco triunfal necesidad de conocimientos, extensión de la cultura y enseñanza pública". 

Y al final llegas a creerte que eso ocurrió realmente. Y que los personajes tuvieron una vida real. Pero por si alguna tentación de este estilo nos viniera a la cabeza, Arnas nos recuerda: "La literatura es fraude, treta que lleva el agua a su molino. La aspiración de la filosofía, como la ciencia, es la vedad. El afán de la literatura, la mentira". 


Miguel Arnas Coronado nació en Barcelona, pero vive en Granada desde hace 37 años, donde ha ejercido como profesor de Dibujo Técnico en la Enseñanza Secundaria. La afición por dos ámbitos artísticos, la música y la literatura, le viene desde la primera adolescencia. 
En 1979 ve la luz un librito de cuentos llamado Dos poemas y un fracaso, del que opina que tuvo más de fracaso que de poemas. En 2003 publica su primera novela, Bajo la encina, aunque esa era la tercera en orden de escritura. En 2006 publica El árbol, un libro de poesía en prosa, y en ese mismo año consigue el premio de novela Provincia de Guadalajara por Buscar o no Buscar. En 2010 logra el premio Francisco Umbral de Majadahonda por su novela La insigne chimenea. Dos novelas suyas: Asheverus el libidinoso (2014) y Nos (2015) son publicadas por la editorial granadina Nazarí, la última de ellas becada por el Ministerio de Cultura en el año 1987. Además, guarda en su disco duro trece novelas inéditas. Ha participado en libros colectivos de relatos y poemas, y con ensayos o críticas en diversas revistas. Es miembro de la Academia de las Buenas Letras de Granada, así coom del Institutum Pataphisicum Granatensis. 
Tres puntos conforman el plano de su vida: el amor, la literatura y la música. Para ellos ha vivido. Ya en el otoño vital, o quizá en el invierno, opina que no podrá sobrevivir a la falta de alguno de ellos, pero también es cierto que nadie sabe qué depara el futuro. Confiesa que ha leído y escrito como el lujurioso confiesa que fornicó. (Biografía extraída de su novela Asheverus el creador, editorial Port-Royal)

domingo, 12 de enero de 2014

Posdata

Hoy peino canas. Ni siquiera recuerdo si tú lo viste. Hoy trato de no arrugar la frente, de que la tripa no se descuelgue y de entrar en los pantalones que cuelgan en mi armario. Se me hace dificil no poder enseñarte los surcos de mi piel. El tiempo me asemeja a tu imagen como una mala broma, quizá para que no olvide tus recovecos.

Y casi me asusta no pertenecerme, porque es como si robara tu imagen y te hubiera obligado a morir para ser más tú.

Me hubiera gustado contarte, haberme sentado a tu lado como tú querías y haber vaciado mi maleta de viaje. Absurda arrogancia del que piensa que no puede ser entendido. Sus pensamientos volaron tan alto, que más grande fue su golpe al caer. Y ahí está el asfalto.

El ladrillo, hasta el tejido se queda y tú te vas. Siento la muerte muy cerca, como una compañera de vida. Como mi única certeza. Como esa amiga que nunca miente y que siempre te espera. Y la siento dulce, como un abrazo que te aprieta hasta que dejas de respirar.

No sé si te veré al otro lado del camino. No sé lo que hay tras el cristal. Sí tengo fe en lo aprendido, fe en lo vivido sin piel ni poros, pero tan real en mi ser como el respirar.

Y siento miedo a no ser lo que soy. A no elegir mi paso correcto y equivocar el camino. A la vez, tengo la certeza de que siempre hay un atajo, un sendero que conecta. Y siento, palpo, toco tu brazo. Confío en que tú estás. Tengo el convencimiento desde que te fuiste. Y palpo tus prendas cada vez que abro tu armario.

Soy como una metamorfosis que conecta con tu ser. Me hago mientras me deshago y te hago en ese deshacer mi yo.

¿Hasta dónde se alarga el tiempo? Despertar y no ser nada. Despertar y dejar todo.

Llenar--------------olvido--------------álgido
Esperar-------------ojo-----------------fuerte
Vomitar------------deseo---------------mórbido

viernes, 22 de noviembre de 2013

Carta urgente de un extraterreste a la Tierra


Serie Vida 3, originalmente cargada por Sara G. Mendoza.

Querido Mundo:

Te escribo para decirte que el humano se autodestruye, pero antes de desaparecer para siempre no quiere perder la oportunidad de acabar contigo. He llegado a esta conclusión tras muchos años de investigación de campo. Es el animal más cruel y sanguinario que has creado.
Sé que cuando lo pensaste, creías que sería un buen ayudante. Que mejoraría tu creación y cuidaría de ti cuando tus fuerzas no te acompañaran. Pero ya ves, se olvidan hasta de sus semejantes, aquellos que le han dado la vida y lo han alimentado y vestido cuando no sabían ni quienes eran. No pueden crecer sin crueldad.
Cuando son niños conservan un hilo de esperanza en su mirada, pero poco a poco, la codicia se apodera de ellos y se olvidan de que también son criaturas. Entonces, la sangre se agolpa en sus pupilas. Dejan morir a sus congéneres o devoran sus víveres aunque sus estómagos estén saciados.
No sé que mutación o qué bacteria les produce eso, pero son sus propios depredadores. Y el afán destructor no se para con nada. No calman su sed a base de arrollar y aniquilar.
Tengo que dejar esta carta, noto la presencia de humanos cerca y creo que yo también soy uno de sus objetivos. Espero que llegue a tiempo a tus manos...

sábado, 21 de abril de 2012

No me jodas, España!

Se te dobla la mirada, maestro
El látigo de la idiotez castiga
tu espalda con golpes que duelen
por ruines, más qué por fuertes.

Cuelgan de tus años de formación
orejas de burro que ensombrecen
tu cum laude con hambre sin h
y errores con ella.

Y la tiza ya no pinta en blanco,
ahora miles de conexiones
llenan las cabezas de imágenes
y música que adormecen las neuronas.

Hoy me empeñé en escribir y
todos los bolígrafos estaban
sin tinta.

Las gargantas se quiebran
en una búsqueda del respeto
perdido en tanto sucio
alarido de basura camuflada.

Tu columna se doblega
como alambre; y es que
el peso de la ley
hunde sus dedos en tus entrañas.

Y tú...maestrillo...
crees que no puedes hacer nada.
Tienes el futuro de un pueblo,
de un barrio de una ciudad...
en tus manos.

Y aún piensas que no puedes
hacer nada.

No comulgues con piedras
de molino, que luego la hernia
de hiato es mala.

Ciérrate de brazos, apaga
tu flexo de estudio, cuelga
el 'cerrado por vocación'
en tu pizarra.

Y juega a ser dios,
como ellos lo hacen contigo,
con tus compañeros,
con los hijos y los nietos,
con el mañana en que
ya no estarán ellos.
______________

Vivo con los hombros encogidos
pegados a las orejas y
ni me doy cuenta. Tal vez
sólo haya que cortar
unos hilos para dejar de
ser marioneta.

martes, 9 de febrero de 2010

EN UN CAFÉ...

Hambre y nausea que se mezclan
sin evitar su contacto. Un olor
a fruta de verano en mi olfato
y el sabor de la sal de un cuerpo
tumbado. La música que baila,
de fondo, sin molestar, compañera.

El pasado que se une al presente
para dar a luz un futuro
débil que apenas sabe sostenerse
en pie. Una letra tras otra
que recorre el camino desde tu
frente a tu vientre y después
otra letra que baila desde mi
mano a tu espalda, en una caricia
tenue...larga...pausada.

Sin juicios ni prejuicios, sólo
a la conquista de la libertad
que hace eterna la vida
cuando se gana la batalla a
la muerte, porque se la espera
tomando té, con la obra acabada
y un reguero de formas creadas
bajo la mano ya cansada.

domingo, 18 de octubre de 2009

Luz, luz, luz...
sólo sol que funde el cuerpo y
lo hace piel al paso de
tu mano.
Qué niña me siento
cuando tus líneas se cruzan
con mi mirada y
vuelca algo en
el alma.

Tripas, tripas, tripas...
sí, las tripas retuercen ese
último rincón al que no
llega ni la cocacola cuando
pasa; y sin embargo
sólo tu piel,
piel, piel, caligramática,
simbólica, auténtica, artista
y sobre todo HUMANA!

martes, 14 de julio de 2009

La noche vestida...

He desnudado muchas noches
bajo tu mirada serena.
He tocado mil estrellas,
en cada beso que me regalabas
Y ahora, el sueño se hace
eterno, al saberte libre,
al saberte mía, porque
libre me das todo en
cada rincón púrpura,
es olor mágico,
es dolor que complace
mis sentidos al saberte
acurrucada en mi pecho
acurrucada
en mi
regazo.